Este tipo de contrato se caracteriza porque el contratado se compromete a realizar una determinada labor, mientras que su contraparte asume la obligación de pagar por dicho servicio.
Tiene como principales características:
- Tiene dos partes, quien brinda el servicio (prestador) y quien lo recibe (cliente).
- El prestador del servicio realiza la tarea encargada manteniendo su independencia, determinando por su propia cuenta cómo desarrollará su labor.
- El contrato suele ser de larga duración, realizándose usualmente pagos periódicos. Por ejemplo, pagos mensuales o trimestrales.
- Es un tipo de contrato oneroso porque implica una contraprestación, suponiendo deberes y obligaciones para ambas partes.